Lipofilling: rellenando las arrugas
El envejecimiento trae como consecuencia la aparición de arrugas faciales por un adelgazamiento de los tejidos dérmicos. La nueva técnica de lipofilling está enfocada a rellenar estos “huecos” del tejido sin pasar por el quirófano.
Las arrugas no son otra cosa que falta de células grasas. Estas células son las que permiten que la piel se mantenga elástica y tirante. El lipofilling busca reponer estas células extrayéndolas de las zonas del cuerpo donde abundan, por ejemplo alrededor del ombligo, e insertándolas en las zonas del rostro donde se encuentran las arrugas.
¿Cómo funciona el lipofilling?
La técnica de lipofilling consiste en seleccionar las células adiposas más jóvenes del cuerpo para el posterior rellenado de las arrugas faciales. Con esto se aseguran de que las células tarden en envejecer, por lo que la pérdida de esponjosidad del tejido será más tardía.
Esta técnica también se está utilizando para rellenar zonas del rostro demasiado delgadas y para ocultar las cicatrices. Aunque el método se utiliza hace varios años, antes se desplazaba la grasa y no las células, por lo que el tratamiento era poco efectivo. El desplazamiento de células permite que estas se autoregeneren, por lo que es más duradero y produce un efecto mucho más natural.
Además, las células adipositas son adaptativas, por lo que se desarrollan en el formato del tejido en el cual se están insertando. Esto permite que puedan extraerse de distintas partes del cuerpo sin dar lugar a conflictos, ya que una vez injertadas en el rostro, pasan a formar tejido facial.